marzo 04, 2009

Redacción: ¿Qué hice en mis vacaciones?

So.
Ejem.

¿Vieron cuándo a uno le prestan un libro? Uno lo lee, e intenta que sea rápido. Y luego llega el momento de la devolución, y uno tiene TODAS LAS INTENCIONES de hacerlo. Llama a su amigo/a. Le ofrece para dejárselo abajo, pero justo vive en un edificio sin portero. Poco a poco el entusiasmo se va disipando y un día, uno se encuentra con que ese libro forma parte de su biblioteca...
Esta simple pero identificatoria analogía explica a la perfección lo que sucedió con el blog este verano. Digamos solamente que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones.

Las vacaciones fueron extensas y diversas, con miles de estímulos suficientes como para compartir con mis seducidos y abandonados lectores. Solo que no lograron ser, al parecer, lo suficientemente estimulantes como para acercarme a este teclado y escribir las pavadas que están leyendo ahora.

Por eso, y ante la necesidad de elegir el highlight de la temporada, me inclino a hablar de algo que afortunadamente ya no es novedoso pero que al mismo tiempo me enorgullece haber vivido desde adentro: la Fundación Pablo Atchugarry. Toda la información formal la encuentran en el nuevo sitio web, pero quien no la conoce está obligado a asistir y después me cuenta. Ni que hablar que hasta el 31 de marzo, que permanece abierta, tienen la chance de toparse con Pablo o Silvana Atchugarry y maravillarse con su sencillez, generosidad y espíritus. Sé que estas palabras parecen sacadas de un folleto trucho, pero ellos hacen aflorar el lado cursi que todos tenemos.

Les dejo entonces unas fotos de la muestra Revival de Valentina Torrado:

Valentina junto a Pablo Atchugarry, pegando el texto.

En pleno montaje.

Mi amiga Moni, superelegante el día de la inauguración (¡me encanta esta foto!)

1 comentario:

moni dijo...

eii, no habia visto mi foto!! heheh.

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