septiembre 28, 2008

It takes two to tango

Estoy bastante convencida de que en Uruguay resulta más fácil encontrar gente elegante que gente con onda. Esto se debe al carácter conservador de generaciones que crecieron bajo la égida de determinadas reglas de vestimenta, cuyo resultado, si se sigue al pie de la letra, es el de un look distinguido. Esta gente se suele encontrar en eventos tales como la ópera, los vernissages, un té y hasta misa en ciertas parroquias paquetas. Y puede darse, como me ocurrió hace poco, de encontrarse a Patricia Damiani eligiendo lechugas en las góndolas del Disco Natural, ataviada como para un congreso de Presidentes.

Sin embargo, no es tan sencillo toparse con una pareja elegante. Los Clark Gables y Grace Kellys de este mundo escasean, y no son visibles, por lo general, en la esfera pública. Aquí estaban ellos -desconozco sus nombres y acepto ayuda-, en la inauguración de la muestra de Sebastián Sáez en el MNAV. Ella es increíble. Él acompaña, con sus pantalones planchados y zapatos lustrados. Posaron muy pacientemente para la foto, tal como marcaba la etiqueta.

septiembre 23, 2008

No te olvides del campo si te vas pa' la ciudad






Epifanía de la Rural: ninguna tribu urbana, ni los mods en sus inicios, poseen una identidad estética tan fuerte y estable como la gente del campo. Salvo por la incursión del polar como signo inequívoco de la globalización, el uniforme permanece y, en todo su tradicionalismo conservador, es exótico ante la mirada urbana.



Después de todo, el atavío del gaucho es una de las últimas inspiraciones de genios como Galliano, que vienen en busca de lo auténtico para retratar lo "étnico".


En el campo hay riqueza profunda, pobreza profunda, y todos los matices en el medio. Y sin embargo, la honradez del hombre de campo lo vuelve bello y elegante. Un poco arrogante también. Me emociona.

septiembre 19, 2008

La femme chocolat




Cuando era más chica, mis padres recibían gente a menudo. Recuerdo la cama repleta de abrigos y carteras, y la repisa de madera desbordando de cajas por lo general rectangulares forradas en papel plateado: bombones. Así como tomar un vermucito a modo de aperitivo, llevar bombones en señal de agradecimiento es una costumbre, en mi opinión adorable, que fue diluyéndose. Ahora la gente lleva vino, con la esperanza -al menos yo lo hago- de que se tome esa misma noche para no caer en esa caja de "bombones finos" de supermercado que no dicen nada.




Por eso me alegré tanto cuando, hace aproximadamente un mes, mi amiga y gran cocinera Ximena Torres lanzó finalmente al mercado local el fruto de sus últimos meses de trabajo: Chocolatier. Ximena, viajera incansable, anduvo por Barcelona el año pasado perfeccionando su técnica en chocolate y petits fours. El resultado, que tuve la suerte de probar casi como pionera, son delicadas piezas de sabores mezclados que prometen y, lo mejor de todo, cumplen. Vienen en una caja de diseño moderno y, gran detalle, con una tarjeta a la vieja usanza que describe cada uno y evita morder el no indicado. Que vuelvan, entonces, las cajas de bombones a las repisas.




What a week (no wonder I'm tired)


Queridos amigos,


Esta semana no paré, y por eso no posteé. Pero todo el fruto de las actividades que voy a enumerar se verá volcado en este blog para su deleite. El lunes, ya ni lo recuerdo. El martes fui al desfile de Spy en el Radisson. Hubo un vestido tipo liberty -me encanta el liberty, miren la imagen que encontré- y volados que me encantó, muy para usar con campera de jean (mmm, ¿la vuelta de John L. Cook?) y carterita de cuero marrón. Sobre todo, y más allá de que es una marca de básicos que no me interesa mucho, aplaudo el hecho de realizar un desfile, concepto que parece escasear esta temporada estival (el que más extrañaré es el de Livni-Escuder, que con su moda lenta directamente desecharon la pasarela este año). El miércoles empecé el taller textil de El Origen y estoy encantada. Desde febrero, cuando escribí una nota para VayVen, tengo ganas de probar esta mezcla de taller de costura y cuelgue filosófico. Ya ahondaré. De noche llegué con la lengua afuera al desfile Midweek de la escuela de Peter. Debo decir que, comparado con otros que vi en años anteriores, estuvo un poco flojo. De todos modos, repito, viva el esfuerzo. El jueves viví la mezcla de paquetería total y bohemia artística en el vernissage de Legalidad urbana, la nueva muestra de Sebastián Sáez. Me gustaban mucho los retratos de este artista de la FAC, con sus colores flúo sobre el papel de embalaje. Ahora les agregó unos detalles que, en mi modesta y no del todo formada opinión, arruinaron esa expresión entre cándida y guerrillera que expresaban sus retratados. De todos modos sigo diciendo que me gustaría "empapelar" alguna pared de mi casa con su arte.

Hoy viernes fui finalmente a la Rural. Me moría por volver luego de haber estado el lunes de noche en plan groupie de Guatusi. Con el ojo más entrenado en busca de lo "interesante", encontré en la Rural una mezcla que me estimuló mucho para testimoniar. Finalmente no me encantaron las fotos que saqué, pero sí prometo un buen post con reflexiones al respecto.


A partir de ahora, el ritmo se mantiene. No dejen de visitarme.


À plus

septiembre 09, 2008

La importancia de ser excéntrico



"If this book concentrates on those who have expressed themselves, however momentarily, with 'the cumulative force of a whole life's cultivation', it is because I believe that, even while writing their names on water, they have made a triumph of the ephemeral. These are people who know that abstract good taste counts for nothing, that the real task is always to express their own personalities. They are the heroes and heroines of fashion, who make the styles of living but are not made by them. Their personal, and even freakish, tastes are more important than common chic, and they have always gone against the current in order to arrive at something intensely individual".

Sir Cecil Beaton
The Glass of Fashion
El señor de la foto salía del cambio de Punta Carretas Shopping. Quiso ver el papel que tenía en la mano y, en vez de anteojos comunes, utilizó una lupa plegable. Aunque no lo parezca es uruguayo, pero fue "educador en Colombia", según sus propias palabras. Al hablar, nunca se quitó la pipa de la boca. Finalmente, ser excéntrico no significa otra cosa que estar por fuera del centro.

Que sepa coser, que sepa bordar


Una sociedad en crecimiento logra avanzar gracias a una mirada comprensiva e interpretativa de su pasado. Por ello, en un momento en que el diseño local pretende finalmente emerger, es que aplaudo la primera muestra de historia de la moda en Uruguay.


La moda de antes. Cómo y con quiénes se vestían las uruguayas inauguró el 8 de setiembre en el primer nivel de Punta Carretas Shopping. Allí, en un espacio bastante reducido, se despliega la muestra entre vitrinas y manequíes, dividida en tres tramos según una línea cronológica que en total abarca un siglo, de 1880 a 1980. El primero recoge los años comprendidos entre 1880 y 1910 y los vestidos que se exhiben forman parte o del ajuar o de la vestimenta de luto, de estricto negro, que por ese entonces se vendía en casas especializadas. No faltan en este tramo los corsés ni accesorios tan bellos que emocionan.


El segundo período, de 1935 a 1960, resulta más actual y por tanto más interesante al ojo acostumbrado a ver diseño. Los vestidos, riquísimos en detalles, ya eran confeccionados por modistos que en su momento hicieron carrera: las Pérez, José, Amadeo de Valiante (mi preferido, por cierto, ese vestido azul con improntas folk es una maravilla) y Walter Suárez. Dato curioso: en 1935 había una costurera por cuadra en Montevideo. No falta aquí el tapado de piel de la peletería Metro ni la ropa importada de las grandes casas como Soler, Introzzi, London París, Caubarrère, La Ópera y Angenscheidt.


Finalmente, de 1960 a 1980 brillan esas piezas que aun hoy, con mucha suerte, podemos rescatar del placard de una abuela generosa: vestidos cortos y bordados, un caftán de ensueño, el batón de flores, el tailleur. Nombres como los de Edelma y Vera , Walter Otegui, Carlos Carreras, José Nicolau y un joven Óscar Álvarez con un vestido asimétrico que a más de una le gustaría llevarse. En el centro del recorrido tienen su podio los vestidos de novia, antiguos y refinados, y la prensa de moda.


Vale la pena acercarse a la muestra en un horario no demasiado concurrido, para verla más cómodamente y sentir la inspiración de tiempos más elegantes. Se nota el duro esfuerzo del equipo por construir algo práctimente de la nada, y queda la sensación de que hay mucho más por indagar en placards y pequeños talleres de costura que poco tienen que ver con la moda pronta, que hoy adoptamos por comodidad o inconsciencia.


La moda de antes. Cómo y con quiénes se vestían las uruguayas.

Del 8 al 27 de setiembre, de 10 a 22 hs., en el primer nivel de Punta Carretas Shopping. Entrada libre

septiembre 01, 2008

Buenos Aires Fashion Week S/S 08-09



La semana de la moda, pegando saltos

Desde su primera edición en 2001, cuando el diseño de autor comenzaba su boom, la Buenos Aires Fashion Week se instaló como uno de los eventos ineludibles para los amantes de la moda. Al principio, organizada por el Grupo Pampa, reunió a los nombres más interesantes de la escena local, muchos de los cuales luego despegaron para convertirse en marcas comerciales. Del 20 al 23 de agosto pasados se desarrolló, en el Predio Ferial de Buenos Aires (la Rural de Palermo) la última edición de BAF, con la presentación de las temporadas primavera-verano 2008/2009. Fueron días signados por el híbrido entre lo comercial y el diseño de autor, con largas filas, grandes esponsoreos, relaciones públicas llevadas a su máximo esplendor y un poco de descontento por parte de los fanáticos del diseño puro y duro.


El predio

Dentro del gran pabellón azul, los desfiles contaban con tres pasarelas que iban rotando. El resto del espacio estaba marcado por territorios comerciales, entre los cuales se destacó la apuesta de Nike a una minicancha de básquet lista para jugar y un DJ que pinchaba en vivo -forma parte de la nueva campaña This is sportswear, que convocó a los jóvenes más influyentes de Argentina (Dante Spinetta, Emanuel Horvilleur, Rosario Ortega y otros)-. También se exhibían prendas y accesorios de varias de las marcas que desfilaban, disponibles a la venta recién el último día, el sábado, y por tanto el día de mayor concurrencia.


El público

En su mayoría joven y muy vistoso. Claramente interesados en el diseño pero también en ver y ser vistos, destacaban entre las hordas los “modernos”, chicos y chicas con aires de haber salido en la revista I-d. Chicas de cabello muy corto o recogidos complicados, de labios rojos y anteojos Wayfarer. Chicos de camisa abotonada hasta el final, con corbata o moña, de blazers, de raros peinados nuevos. No faltaron los famosos hasta en la sopa, luchando por ser reconocidos por los fotógrafos y los guardianes de la puerta. Muy notoria la presencia de las grandes supermodelos argentinas de los años 90 acompañadas de sus hijas: Mariana Arias, Paula Colombini, Andrea Burstein. Tampoco se pudo zafar de algunas figuras salidas de Bailando por un sueño.


Los desfiles

Cortos, dada la gran espera para acceder a cada uno. Algunos con puesta en escena, otros más convencionales pero no por ello menos lindos. Las marcas incorporaban algún regalo, el que más llamó la atención fue el almohadón rosa de Como quieres que te quiera, una línea que apela a la frescura de niñas y primeras adolescentes.
Hubo una división bastante evidente entre los diseñadores de autor y las marcas comerciales. De los primeros, resaltaron los blancos y negros de Pablo Ramírez y Vicki Otero, la geometría futurista retro de los chicos de Kostüme -ganadores de esta edición del Premio L'Oréal-, la fauna marítima de Juana de Arco y la tecnología aplicada a la indumentaria masculina en 134, grifa que se estrenaba en el desfile.
De las marcas, Paula Cahen D'Anvers, por primera vez en la BAF, apostó al blanco en una estética tipo día de campo con detalles de estampados. María Cher revalorizó la elegancia de los años 70 y eligió para su campaña a cinco mujeres comprometidas con su trabajo desde diversos rubros. Rapsodia continuó en su línea multicultural y Posse se rindió ante un estilo rockero y glamoroso.
Uno de los desfiles más esperados, el de Mariano Toledo, se suspendió “por razones de fuerza mayor”. Entre las filas de la prensa, y ante la falta de una explicación oficial, se comentaba que, en realidad, Toledo había anunciado hacía ya un mes y medio que no participaría de esta edición de la BAF, pero que desde la organización habían decidido mantener su nombre como un llamador... Habrá que confirmarlo.


Las tendencias

Con qué nos veremos inundados en esta temporada estival que se viene:

Geometría. Colores fuertes dispuestos en triángulos, líneas, círculos. Construcción de vestidos, faldas y pantalones con sastrería rígida.
Pasteles. Verde agua, rosa claro, celeste y amarillo pueblan sueños de pastelería.
Étnico. Estampados provenientes de tribus remotas invaden remeras,vestidos y sobre todo accesorios como foulards y sombreros. Flores. Los motivos florales alegran cualquier atuendo.
Glamorosos 70s. Figura estilizada y dramática de cintura alta, amplias mangas, patas de elefante y accesorios como sobres.
Blanco. El color del verano remite a tardes de picnics y playas desiertas.


El libro

En secreto para la mayoría de los asistentes a la BAF, el jueves de tarde se presentó el último libro de la licenciada Susana Saulquin, socióloga de moda y directora de la carrera de diseño en la UBA. Para quienes alguna vez tuvieron el placer de escucharla, sabrán que cualquier cosa que venga de su producción será a tener en cuenta.

En este caso el libro, que es además un precioso objeto en naranja flúo, se titula ¿Por qué Argentina?. Realizado con el total apoyo de TN&Platex, la hilandería más importante de Argentina, parte de la siguiente hipótesis: “Hace años que TN&Platex viene sosteniendo que la Argentina es generadora de tendencias a nivel internacional. Así como muchos diseñadores argentinos viajan al exterior para 'inspirarse' y 'ver qué pasa', hoy la Argentina recibe gran cantidad de diseñadores extranjeros, que entienden que en nuestro país encontrarán estímulos y tendencias que les serán útiles en sus procesos creativos”.

Ilustrado por originales fotos, el libro transita ese camino para ver por qué la UNESCO nombró a Buenos Aires ciudad del diseño, junto a Barcelona y Berlín.


Lo que queda


Con las marcas comerciales empujando en la grilla a los diseñadores de autor, los especialistas en moda y puristas del diseño se preguntan qué será del principal evento fashion de Argentina. Un fenómeno similar es trasladable a Palermo, el barrio trendy de Buenos Aires que, dado el boom de diseño en la otra orilla, solo se plantea ahora como una opción para las grandes marcas, las únicas que aun pueden sostener los altísimos precios de alquileres y compras de inmuebles. Ante la cada vez más patente desaparición del under, los diseñadores deben decidir si se mudan de barrio, o si se separan para plantear una semana de la moda paralela. El tiempo lo dirá...

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