El sábado celebré mi cumpleaños en el Splendido Hotel, un rincón bien céntrico pero prácticamente desconocido para los montevideanos, salvo por locación de producciones de moda, con los empapelados antiguos de fondo (Claudia Fernández en Bla 07, producción de hombres en Bla 08 y Loreley Turielle o Srta. Peel en VayVen).
Se trata de una casona antigua, antes Hotel Solís y ahora devenido en hostel copado para los viajeros más internacionales. Su encanto se lo debe, en gran parte, al increíble buen gusto de Inara Ruglio, decoradora y dueña de ese paraíso de los objetos simpáticos llamado Tiempo Funky. Aunque Neca, su madre y gerenta, no queda atrás en encanto y simpatía.
El Splendido Hotel es la forma perfecta de viajar, ya sea en tiempo y en estilo, dentro de Montevideo. Sus ventanales dan a la fachada del Teatro Solís. El sábado, luego de saldados los líos sindicales, tuvimos el privilegio de verlo completamente encendido, y de ser testigos de la salida de la ópera, como en cualquier gran capital del mundo.
Para conocer más sobre el hotel, visiten su sitio web.