julio 30, 2009

Off the wall


Tracy Morgan de SNL parado en su Lamborghini en Broadway y Prince

Bullshit detector. Así describió el periodista danés Diedrich Diedrechsen al personaje de Samuel L. Jackson en Pulp Fiction en el ensayo donde, con mucha gracia, intenta retratar la coolness en Tarantino (lo pueden encontrar en el libro Ensayos en loop).

El hecho de que Jackson, protagonista de varios filmes del director más cool, pertenezca a la raza negra no es para Diedrechsen un dato menor. De hecho, se trata en parte del diferencial fundamental para que este personaje pueda distinguir la bullshit de lo bueno. Como tampoco es casualidad que con su álbum Cool Jazz el legendario Miles Davis haya instalado el término "cool" en el imaginario joven por las décadas venideras.


Pero la afirmación desde el poder llegaría en 2008 con la figura de Barack Obama estableciéndose como el político-rock star primero, y luego como el primer presidente "de color" en lo que aun, y pese a los últimos achaques, continúa siendo la primera potencia del mundo. Cuando planifiqué el viaje a NY de estas últimas semanas, ansiaba encontrarme con los Estados Unidos de Obama. Pero sin lugar a dudas, no contaba con el hecho de que Michael Jackson pasaría a mejor vida pocos días antes de mi partida.


Con asombro, deleite y regocijo, encontré a muchos individuos que retoman este viejo concepto de la coolness y lo mezclan con USA 2009. Estos son algunos de los resultados:


En Prospect Park, Brooklyn.

En la esquina de Houston y Broadway. Super simpático, me contó que su monoprenda era de una tienda de la Navy y que sus sandalias las compró en París.

Estos amigos me pidieron para sacarme una foto (les encantó una camisa floreada de Emaús) y yo a cambio les pedí que posaran. ¿No son geniales?

junio 09, 2009

El desliz de Gaby Deslys



Me topé con la figura de Gaby Deslys a través de los deliciosos relatos de Sir Cecil Beaton en su libro The Glass of Fashion. Me tiene subyugada con su narrar, tan ácido como exquisito. Gaby Deslys fue una actriz francesa, que llegó a conquistar hasta el rey Manuel II de Portugal en la época eduardiana. Cuenta la leyenda que este le regaló un collar de perlas de 70.000 dólares, que llegaba hasta sus pies. Pero tan adorada era como cuestionada, sobre todo en materia de gusto, tachada de extravagante y ridícula por sus detractores.




Adoré el pasaje que le dedica Sir Cecil, aprovechando además para realizar una apología en pos del gusto individual:

"El gusto es, después de todo, variable; las convenciones son variables. Las convenciones en gusto son mucho menos interesantes que el gusto del individuo. Fue Francis Bacon que dijo que 'no existe belleza que no contenga algo de extrañeza en sus proporciones'; y Gaby Deslys justamente tuvo más que su cuota de exotismo. En el último análisis, el estilo no es creado por los imitadores, ni siquiera por los creadores, sean quienes sean. Uno puede vestir a una mujer con un vestido Dior, pero cómo luzca será otro tema. Solamente la personalidad genera el estilo. La personalidad no solamente puede imponer sus aspectos bizarros en un período, sino que, hasta cierto punto, crea el propio período".

Como ya saben quienes me conocen mejor, el estilo personal (pero no tanto el propio) me representa una obsesión. Por eso me alegró cuando vi en la Vogue y luego en el post de Mariai la reaparición del personaje de Edie. Que por cierto y, salvando las distancias, me recuerda a fotos de mis bisabuelas, en pleno saco de piel y turbante, épocas en que las mujeres, pese a ser más conservadoras en sus estilos de vida, se arriesgaban más en sus elecciones de vestuario.


Esto justo coincidió con el lanzamiento oficial del libro Ema, karma de Borges (Sudamericana), de mi amigo Fernando Loustaunau. Todavía no lo leí, pero me gustó que haya recogido esta historia. Ema Risso Platero perteneció al cuerpo diplomático uruguayo en la posguerra; vivió en París y Tokio, entre otras varias ciudades, frecuentó los círculos artísticos más interesantes de la época, e hizo que Borges o "Georgie" se enamorara de ella. Cuenta Loustaunau que murió sola, en un apartamento de París, sin posibilidades económicas pero luciendo su saco de visón y habiendo convencido al chofer para que la siguiera llevando a sus elegantes rendez-vous.


Loustaunau, que también se enredó en la vida de Susana Soca (foto arriba) es, por supuesto, one-of-a-kind. Mientras tanto, cientos de estos relatos se mueren en silencio, mientras sus muebles y platería van silenciosamente a remate. De estas vidas, seguramente abundantes en un país que fue tan rico en todo sentido, debemos nutrirnos e inspirarnos. No dejar que la historia y quienes decidieron encargarse de escribirla constituyan la única versión de los hechos. Estas personalidades, que tal como dice Beaton forjan períodos enteros, deben reintegrarse a nuestro panorama gris y cubrirlo de plumas y visones.

Si este blog fuera un jardín...


Ya sé que dije que volvía, y lo abandoné. Ahora vuelvo, quién sabe por cuánto tiempo. Lo importante es que el jardín continúa floreciendo mientras tanto.

abril 06, 2009

Luminosas conclusiones


No me pude quedar a escuchar al jurado. Lo aclaro, pero no tengo ninguna duda que las palabras iluminadas de Ana Torrejón valieron la pena y borraron cualquier sombra de duda sobre el por qué del veredicto final.

No me sorprendió cuando al otro día me enteré que el primer premio había quedado en manos de Inés Pujolar. Su aproximación al volumen, impuesta hace unos años entre diseñadores “futuristas” tales como Nicolas Ghesquiere de Balenciaga o Alexander Mc Queen –en otra modalidad- marca, tal como dijo Ana (me contaron) que las mujeres estamos ganando espacio. El tono un tanto dramático de la egresada de la Escuela de Pablo Giménez, sumado a una interesante investigación y muy buena confección le valió el pasaje a la Pasarela de Cibeles y el profuso reconocimiento que implica el premio en este pequeño ámbito.

Sin embargo, lo que llamó mi atención –lo comentábamos con Mónica, sentadas en la first row como si de la NYFW se tratara- fue el increíble parecido entre todas las colecciones. Si bien el sello de cada institución de enseñanza estaba marcado a fuego, me resultó extraño que todas hayan creado dentro de una misma tendencia: la elegancia clásica, los tonos sombríos, los paños, la seriedad… ¿Será que esa “mujer uruguaya contemporánea” en la que debían inspirarse derivaba en estas prendas, o que realmente se vive la “tendencia crisis”?

De todos modos, el nivel me pareció bueno y parejo. Agradecí la propuesta de Carla Bucchino (segunda ganadora), que sentí más cercana generacionalmente y por tanto más cercana a una mujer real. Creo que Coki Romero, pese a sus escasos años de edad, se va perfilando como una diseñadora conceptual, incansable, y guerrera y sensible en sus justas medidas. Ambas Estefanías todavía nos van a aportar mucho, cada una desde su estilo, se nota.

Y más allá de las puestas concretas, comparto los comentarios de Lechu sobre la necesidad de crecimiento del evento. Lo viví personalmente cuando, al llegar, se me acercaron dos fashionistas de ley, ávidos por entrar, que debieron permanecer tras la valla por no contar con invitación. Esto refuerza con alegría mi percepción de que el terreno del diseño de indumentaria en Uruguay es aun fértil, y que quienes estamos en él, sin importar el rol, debemos continuar plantando.

marzo 29, 2009

Decir "moda rápida" es una redundancia


Hace ya cinco años leí, en una Vogue francesa, sobre la propuesta de una casa inglesa de indumentaria para jóvenes que basaba su enorme éxito en no tardar ni dos segundos en copiar todo lo presentado en las pasarelas y volcarlo a la High Street. Hablaban de Topshop. En ese entonces, H&M era mi segundo hogar y Zara y Mango eran hace años marcas consagradísimas. La clave de estas tiendas, que en Europa y Estados Unidos son imperios y visten a la gran mayoría de las mujeres, es justamente enmarcar la moda en sus ciclos ultrarrápidos, a precios accesibles para seguirla y apostando, por lo general, a una calidad más bien mediocre, que acompaña el ritmo de use y tire.

En Uruguay, la realidad era hasta ahora otra. Zara se posicionó como una marca más bien cara, o por lo menos no accesible para todos los bolsillos. Las tiendas que seducían a los presupuestos más bajos presentaban mercadería por fuera de los ciclos de la moda, sin demasiado cuidado por la imagen y por supuesto que de una calidad insostenible. Esto cambió hace un par de años con el giro radical de Chic Parisien, que se transformó en Parisien y creó el Indian Outlet, hoy Indian Emporium, presentes ambos en todos los shoppings y en las avenidas comerciales más importantes del país.

La apuesta, que se produjo hasta donde tengo entendido gracias a un potente cóctel entre un equipo de diseño y uno de marketing, hoy logró -y creo que no exagero- patentar una reconversión de los parámetros estéticos de las mujeres uruguayas. Por supuesto que esta avalancha no se hubiese producido si las consumidoras no hubiesen estado listas para recibirlo; como se sabe, el timing es fundamental en este tipo de desafíos. Me divierte de tanto en tanto revolver las mesas -donde encuentro a veces cosas increíbles- pero más me divierte aun observar que quienes revuelven a mi lado, en actitud enajenada, son mujeres de todas las edades y posición social. En el supermercadismo se nota mucho a su vez un vuelco fuerte hacia el diseño, volviendo patente que, a la hora de comprar, no sólo decide el bolsillo.

El factor calidad, mientras tanto, es el más relegado, tal como lo indica la lógica de las tiendas que se mencionaron al principio. No falta demasiado, sin embargo, para que las consumidoras uruguayas, y aun en tiempos de crisis, comencemos a exigirlo como parte de la santísima trinidad de las prendas. Esta exigencia pone el freno al ritmo frenético al que nos vemos expuestos, agrupándose con corrientes tales como la de la moda lenta, la búsqueda de lo orgánico, el vintage o las prendas atemporales. Ya se ven algunos atisbos, aunque seguro tardará. Pero cuando llegue, a su vez, estas tiendas seguro se adaptarán.

Así lo indica, después de todo, la lógica del mercado.

marzo 04, 2009

Redacción: ¿Qué hice en mis vacaciones?

So.
Ejem.

¿Vieron cuándo a uno le prestan un libro? Uno lo lee, e intenta que sea rápido. Y luego llega el momento de la devolución, y uno tiene TODAS LAS INTENCIONES de hacerlo. Llama a su amigo/a. Le ofrece para dejárselo abajo, pero justo vive en un edificio sin portero. Poco a poco el entusiasmo se va disipando y un día, uno se encuentra con que ese libro forma parte de su biblioteca...
Esta simple pero identificatoria analogía explica a la perfección lo que sucedió con el blog este verano. Digamos solamente que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones.

Las vacaciones fueron extensas y diversas, con miles de estímulos suficientes como para compartir con mis seducidos y abandonados lectores. Solo que no lograron ser, al parecer, lo suficientemente estimulantes como para acercarme a este teclado y escribir las pavadas que están leyendo ahora.

Por eso, y ante la necesidad de elegir el highlight de la temporada, me inclino a hablar de algo que afortunadamente ya no es novedoso pero que al mismo tiempo me enorgullece haber vivido desde adentro: la Fundación Pablo Atchugarry. Toda la información formal la encuentran en el nuevo sitio web, pero quien no la conoce está obligado a asistir y después me cuenta. Ni que hablar que hasta el 31 de marzo, que permanece abierta, tienen la chance de toparse con Pablo o Silvana Atchugarry y maravillarse con su sencillez, generosidad y espíritus. Sé que estas palabras parecen sacadas de un folleto trucho, pero ellos hacen aflorar el lado cursi que todos tenemos.

Les dejo entonces unas fotos de la muestra Revival de Valentina Torrado:

Valentina junto a Pablo Atchugarry, pegando el texto.

En pleno montaje.

Mi amiga Moni, superelegante el día de la inauguración (¡me encanta esta foto!)

diciembre 23, 2008

Resumiendo


Por lo general intento producir mi propio contenido. Pero este resumen del año 2008 en moda (gracias S) me pareció tan bueno que vale la pena recomendarlo aquí.

Con respecto a Uruguay, se puede decir que 2008 fue un año fundamental para el diseño. Con el surgimiento de dos importantísimos proyectos como el Centro de Tendencias del LATU y el Conglomerado de Diseño, además de una revista como Dress Mix, se puede decir realmente que el zeitgeist o espíritu de tiempo realmente gira en torno al diseño. Lo que no significa, por supuesto, que todo esté hecho, ni mucho menos. Las condiciones y facilidades están planteadas, pero su adecuado funcionamiento dependerá de si los actores realmente quieren dar el paso.

De todos modos, ahora toca descansar. Un disquito buenísimo es Who Killed Harry Houdini, de la banda I'm from Barcelona (tks F). Felicidad y cerezas frescas para todos!
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